Mingu era un pingüino muy travieso, iba a la escuela por las mañanas y por la tarde se la pasaba jugando y no hacia las tareas, la maestra de Mingu llamo a su mamá para darle la queja, la mamá de Mingu se enojó y le dijo hoy no sales a jugar hasta que no termines las tareas, pero como Mingu era muy travieso se escapó, al buen rato su mamá comenzó a buscarlo y Mingu no aparecía ella llamó a papá y a él hermano mayor de Mingu para que la ayudarán a busvat, cual fue su sorpresa que Mingu estaba jugando con sus amigos en la nieve como si nada, primero ella lo abrazó, luego se lo llevó a casa y hablo con el, Mingu estaba muy avergonzado por lo que había hecho y le prometió que no lo volvería a hacer, la mamá de Mingu le dijo que no podría salir una semana a jugar. Y Mingu aprendió la lección como todo buen chico.
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